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Bombarda (arma)








Bombarda y bolaños usados como munición de las bombardas en el sitio de Algeciras de 1342.

La bombarda está considerada como el arma de fuego portátil más antigua, se trataba de una pieza muy primitiva de de artillería precursora del cañón y cuyo peso oscilaba alrededor de los nueve kilogramos.

Las bombardas se construían de una forma parecida a los barriles, con duelas y aros de hierro forjado; y estaban compuestas de caña y recámara postiza, que se unían entre sí con afuste tosco y por medio de cuerdas; eran de longitud de ánima muy corta, disparaban una pelota de piedra, labrada toscamente, como proyectil.

El ánima, que viene del latín anima: alma, es el espacio interior del tubo del cañón, en un arma de fuego, desde el cono de forzamiento hasta el plano anterior de la boca del arma. El eje de la misma es la línea que recorre el centro de este espacio, normalmente cilíndrico, que se utiliza como patrón para regular los instrumentos ópticos, como las miras, etc., que se utilizan para apuntar, en el procedimiento conocido como colimado.

En la historia y evolución de las armas de fuego es importante diferenciar las armas de:

.-ánima lisa, en el inicio de todas las armas de fuego, y actualmente representadas principalmente por la escopeta)

.-ánima rayada: que consiste en grabar una serie de estrías a lo largo de la superficie interna del cañón, que van girando en un sentido determinado, completando un giro de 360° alrededor del eje del cañón cada cierta distancia.

Las estrías provocan que el proyectil rote varias veces antes de salir del cañón, y así, al salir girando sobre sí mismo, se mantiene estable la trayectoria durante el avance al mantener su eje paralelo con la línea de vuelo. Como consecuencia aumenta el alcance y la puntería del arma. Entre las armas ligeras de ánima rayada destacan el fusil, carabina o el rifle, así como son rayadas actualmente la mayor parte de los cañones y demás armamento pesado de artillería.

En el siglo XIV comienza a sustituirse la pelota de piedra por la de hierro colado, esto permite disminuir el calibre. A finales del XV se puede distinguir ya la bombarda trabuquera, de ésta nace el mortero o pedrero; el pasavonlante, que es una pieza de ánima más larga y de menor calibre que la bombardera ordinaria; la cervatana y el también el ffalconete. Los cañones son de esta época, siendo piezas de ánima seguida.

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