Nicola Tesla quizás haya sido el científico más grande de todos los tiempos, alguien realmente muy lejos de la media de la humanidad, muy por encima del resto. Lo asistía igualmente su humildad, su falta de mercantilismo, lo cual hizo que sus descubrimientos fueran, algunos de ellos, robados "por la cara" y estos intrusos han quedado para la posteridad como inventores de lo que en realidad no era suyo. Nicola Tesla dijo ya en 1926: "Cuando consigamos aplicar a la perfección la tecnología inalámbrica, toda la Tierra se convertirá en un enerme cerebro... ... vamos a ser capaces de comunicarnos entre nosotros al instante, sin importar la distancia. No sólo eso, a través de la televisión y la telefonía vamos a poder vernos y escucharnos los unos a los otros tan perfectamente como si fuera cara a cara, aunque intervenga una distancia de miles de kilómetros. Y los instrumentos a través de los cuales podremos hacer esto serán increiblemente sencillos en comparación con nuestro...
El abanico ha sido un instrumento muy útil para el coqueteo cuando éste estaba prohibido en público. Para las mujeres acompañadas de su madre o una señorita de compañía, el abanico era un instrumento de comunicación entre dama y caballero. En la corte de Luis XV, rey de Francia, el protocolo prohibió a las damas de la corte abrir sus abanicos en presencia de la reina, a menos que lo utilizaran como bandeja para ofrecerle algún regalo. Hasta 1939, en la Corte de Inglaterra, fue obligatorio su uso para las damas en recepciones y actos oficiales. En España, se convierte en un fiel aliado del coqueteo. Hay abanicos para hombres, pequeños y negros; y más grandes para las mujeres. El lenguaje es como sigue: Cerrar el abanico tocándose el ojo derecho: “¿Cuando podré verte?” Hacer movimientos amenazadores con el abanico cerrado: “No seas tan imprudente” Cubrirse la oreja izquierda con el abanico abierto: “No reveles nuestro secreto” Tocar con el dedo la parte alta del abanico: “Desearía habl...