Nicola Tesla quizás haya sido el científico más grande de todos los tiempos, alguien realmente muy lejos de la media de la humanidad, muy por encima del resto. Lo asistía igualmente su humildad, su falta de mercantilismo, lo cual hizo que sus descubrimientos fueran, algunos de ellos, robados "por la cara" y estos intrusos han quedado para la posteridad como inventores de lo que en realidad no era suyo. Nicola Tesla dijo ya en 1926: "Cuando consigamos aplicar a la perfección la tecnología inalámbrica, toda la Tierra se convertirá en un enerme cerebro... ... vamos a ser capaces de comunicarnos entre nosotros al instante, sin importar la distancia. No sólo eso, a través de la televisión y la telefonía vamos a poder vernos y escucharnos los unos a los otros tan perfectamente como si fuera cara a cara, aunque intervenga una distancia de miles de kilómetros. Y los instrumentos a través de los cuales podremos hacer esto serán increiblemente sencillos en comparación con nuestro...
En 1922, en la Universidad de Toronto, los científicos fueron a una sala de hospital con niños que estaban en coma y morían de cetoacidosis diabética. Los padres hasta el momento nada más tenían sentarse junto a la cama de sus hijos esperando la muerte inevitable del pequeño. Los científicos fueron de cama en cama e inyectaron a los niños un nuevo extracto purificado: Insulina. Cuando comenzaron a inyectar al último niño en coma, el primer niño inyectado empezó a despertar. Uno por uno, todos los niños se despertaron del coma diabético. Una sala de muerte y tristeza, se convirtió en un lugar de alegría y esperanza. Todo ello fue posible gracias Dr. Banting y Dr. Best.