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Molino de San José, en San Fernando, Cádiz

Reproduzco aquí este artículo, que me parece bueno, dando por supuesto las gracias a su autor, JOSÉ MANUEL ONETO, porque con ello podemos ver la importancia de rescatar el patrimonio industrial para que pueda pasar a nuestros descendientes en mejor forma que simples ruinas.

Molino de San José (San Fernando)


Tajamares escalonados Molino de San José (San Fernando)
Muela en el Molino de San José (San Fernando)

Empiezo a vivir con pasión la inmersión cada vez mayor en la historia y vida de los Molinos de Mareas de la Bahía de Cádiz. A cada visita que realizo aprendo cosas nuevas y me maravillo aún más de una profesión tan nuestra durante tantos siglos que avanza con pasos silencioso al más de los absolutos olvidos con la desaparición de sus edificios como únicos testigos vivos de un pasado de esplendor. El molino de marea de San José en San Fernando es uno de ellos y hoy he ido a visitarlo. Mi guías serán Julio Molina Font y su libro “Molinos de marea de la Bahía de Cádiz“, a quien le debo me iniciación y mis conocimientos en la historia y arte de los Molinos de Marea en la Bahía de Cádiz.

No tuve conocimientos del Molino de San José hasta su lectura en el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (1846) cuando describe el camino del arrecife de Cádiz a San Fernando: “El segundo trozo, que forma con el primero un ángulo de más de 100º, sigue desde Torre-gorda hasta la entrada de San Fernando, en la dirección casi de O á E.: a su izq. se hallan dos molinos harineros, llamados Santibáñez y San José, y 4 salinas, una de ellas destruida; y á su derecha el ventorrillo de Isabel, una salina, el molino harinero de San Miguel y la batería de artillería de Marina.”

El molino de San José es un atípico molino al tener constancia de la existencia de una capilla-oratorio junto a otras dependencias típicas de un molino (la presa, la sala de molienda…). De la capilla-oratorio sólo queda el vano de entrada, de estilo barroco e identificable al encontrarnos labrada en su dintel una cruz cristiana.  No era la única puerta de acceso al recinto ya que en la misma fachada encontramos otras dos puertas, en la actualidad tapiadas, y que corresponden al acceso principal al molino y a la oficina del mismo. Las puertas guardan el estilo propio de otras tantas portadas barrocas de la arquitectura urbana de la Bahía tan características de San Fernando o Puerto Real. Según cuenta Julio Molina, el oratorio del molino de San José contaba con privilegio de oratorio público.

Ya en el interior debemos de estar atento en donde pisamos ya que el estado ruinoso del edificio y los saetines abiertos en el suelo no permiten despistarse. En su interior me llama la atención varias ruedas de molinos, reutilizadas como solería cuando ya no eran rentables para la molienda, y otras, olvidadas sobre el suelo esperando a ser usadas. De las muelas de San José siendo algo observador nos percataremos de unos surcos que reciben el nombre de rayotes, creados por el molinero para permitir a la harina salir expulsado de la muela. Julio Molino lo explica así: “Las piedras, en sus caras de frotamiento para realizar la trituración del grano disponían de unos surcos o estrías llamados rayones. Estos rayones eran radiales y facilitaban la expulsión de la harina como consecuencia de la fuerza centrífuga, (…) Para que estos rayones tuvieran siempre una profundidad adecuada, ya que el roce de las piedras los iban gastando, el molinero debía periódicamente realizar el picado de las piedras.“. Próximo a los saetines encontramos una estructura similar a un caballete que reciben el nombre de volteadores, y que eran utilizados de apoyo en el proceso del volteo de las piedras para su pica.

Puertas de acceso al Molino San José. Las dos laterales de menor tamaño a la puerta central dan acceso al oratorio (izquierda) y a las oficinas (derecha).
Detalle puerta de acceso a la capilla-oratorio.
Portada barroca de acceso al Molino San José (San Fernando)
Detalle portada barroca de acceso a la oficina del Molino San José (San Fernando)
Saetines Molino de San José (San Fernando)
Volteadores del Molino de San José (San Fernando)
Tinaja para almacenar agua, Molino San José (San Fernando)
Volteadores del Molino de San José (San Fernando)
Molino de San José (San Fernando)

Junto a los volteadores encontramos las compuertas molineras que permiten la entrada de agua al subir la marea y que impiden que salga cuando esta empieza a bajar. Ocho son las compuertas que posee el Molino de San José, de las cuales las compuertas laterales se encuentran colmatadas por el fango. Uno de los elementos más característicos y propio de cada molino lo constituyen sus tajamares. En el molino de San José los tajamares son escalonados como los del Molino de Ossio, pero de mayor manufactura por el número de escalones.

Paseando por el interior del recinto nos llama la atención un conjunto de tinajas de barro que servía de acopio de agua de lluvia y que estaban comunicadas unas con otras a través de una canaleta. La construcción de este tipo de tinajas para almacenar agua es habitual encontrarlas en molinos de marea y en casa salineras. Vemos una tinaja similar en la Salina la Esperanza.

Otro de los elementos que diferencia al Molino de San José con el resto de molinos de mareas que he visitado: molino de Goyena, molino de Ossio; es la presencia de un muelle para la carga y descarga a través de los famosos candrays, embarcaciones de vela de escaso calado y muy panzudas que llevaban la harina, a través del caño, hasta los barcos mayores que se hallaban anclados en la Bahía de Cádiz.

El estado ruinoso del Molino de marea de San José y la buena conservación de algunos elementos como pueden ser los saetines o los voltaedores, así como los muros de la presa o caldera, recomendarían su conservación y puesta en valor.
José Manuel Oneto
Vista aérea del Molino de San José (San Fernando). En azul la zona residencial del molino. En color rojizo la sala de molienda del Molino San José así como en color amarillo la puerta de acceso al molino, la capilla-oratorio y la oficina.

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