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Molino del Monasterio de La Cartuja, Sevilla. Restauración


 

 

Entre 1986 y 1992, se acometieron en Santa María de las Cuevas actuaciones de diferente naturaleza,  para su acondicionamiento con vista a la EXPO 92 y en el transcurso salieron a la luz dos molinos superpuestos, que, según las investigaciones desarrolladas, deben estar en relación,  con una serie de instalaciones dedicadas a la fabricación de pan para la población de la Cartuja donde, además de tahonas y hornos, debieron existir molinos para la producción harinera y de las que se tiene noticia ya en 1401. Los cartujos repartían pan a los pobres a las puertas del monasterio, de ahí que intensificaran las labores de horneado.

El  primitivo molino debió caer en desuso al traerse la harina de fuera;  la estructura permaneció y sirvió de base para construir un nuevo molino -ahora para la molienda de yeso y cuarzo-, que estuvo en funcionamiento entre mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Ya en el plano de Demetrio de los Ríos del año 1876 aparece como tal. 

Independientemente de su funcionalidad, la fuerza motriz de ambos molinos sería la tracción animal.

La fábrica es casi exclusivamente de ladrillos trabados con mortero y dispuestos, tanto en la base como en el suelo, en círculos concéntricos, sobre los que se insertaban el resto de los elementos inherentes a su funcionamiento.

Se trata de una estructura circular de 3 anillos concéntricos con fábrica de ladrillos fragmentados en dobles hileras que circundan al anillo central, delimitado igualmente por ladrillos dispuestos a rosca, en su mitad oeste, y por una especie de muro pequeño semicircular, en su mitad este que enfila los pilares norte y sur. Rodeando al círculo más externo se sitúa una hilada que cierra al noroeste, donde resulta apreciable la capa de cal que lo recubre.

El suelo del molino formado por ladrillos, dispuestos a rosca, de los mismos tres cuartas partes han desaparecido, dejando observar en la zona perdida gran parte de la base anteriormente descrita. Sintéticamente se compone en planta, de un círculo de ladrillos orientados este a oeste; rodeando este círculo aparecen cuatro circunferencias concéntricas conformadas también de ladrillos a rosca. Debió contener en sus orígenes un elemento de madera, hoy desaparecido, que sujetara la estructura.

Relacionados con el propio molino, se documentaron una serie de construcciones tales como atarjeas, canales, pilares y muros, inherentes a su funcionamiento, que a veces se realizaron exprofeso para cumplir esta función, y otras fueron reutilizadas de las instalaciones covitanas. 

Durante el proceso de excavación del conjunto se encontraron un total de 15 ruedas de molino, algunas ubicadas en el entorno inmediato, por lo que es lógico el pensamiento de que debieron pertenecer a esta construcción.

En el año 2012 se realizaron trabajos de mantenimiento sobre estas estructuras, toda vez que los materiales utilizados para su restauración a principios de los años 90, habían perdido su función, principalmente los morteros aplicados en la unión de los ladrillos.



Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio.



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