En un tiempo en que el papel era escaso y caro, durante la época colonial inglesa, el ingenio se agudiza. Se trata de enseñar y la primera lección de un estudiante, el ABC, era lo básico; la idea fue escribirlo en un trozo de pergamino.
El pergamino debía tener ciertas garantías que impidieran su rotura, así fue colocado sobre una tabla de madera plana a la que se le añadió un mango. Para proteger el pergamino en el tablero, se usaba un cuerno de vaca aplanado. Para aplanar eeste material, el cuerno de vaca se almacenaba y se ponía primero en agua fría durante varias semanas, dspués el cuerno se calentaba, primero en agua hirviendo, luego por el fuego, y se trataba presionandolo con placas y máquinas especiales para tal efecto para que se tornara suave y transparente. A continuación, el aspecto del cuerno aparecía delgado y traslúcido, entonces era el momento de fijarlo sobre el pergamino. Ya estaba preparado el material para la diaria lección.
Cada mango hornbook tenía un agujero por donde se introducía una cuerda para fijarlo. Los Hornbooks se llevaban alrededor del cuello o sujetos a un cinturón, por lo cual era difícil que se perdieran en el camino a la escuela y fueron un material escolar realmente accessible. Los hornbooks fueron las primeras lecciones elementales de los infantes de la época colonial, como una cartilla de primeras letras.
Las lecciones
consistieron en diferentes combinaciones de alfabeto, versos religiosos u oraciones. En
la parte superior de la cartilla, justo antes de que el alfabeto y la
Oración, una pequeña cruz roja aparecía a menudo llamado "la
cruz de Cristo." Los niños serían bendecidas antes de comenzar las clases.
Los primeros registros de Hornbooks datan de 1442. En la década de 1500 se convirtió el hornbook en el equipo estándar en las escuelas inglesas.
Como los colonos ingleses navegaron a las colonias de América, sus Hornbooks vinieron con ellos; y conforme pasó el tiempo, los hornbooks también estubieron hechos de otros materiales además de la madera, tales como marfil, varios metales, etc.
Los hornbooks se utilizaron sólo en Inglaterra y Estados Unidos, hasta su declive a principios de 1800. Como
el papel se hizo más disponible para la gente común, quedaron
obsoletos, pero persistieron como artefactos históricos y recuerdos
de escolares. Hoy sólo pueden verse en museos o colecciones privadas.