Máquinas eólicas: "ruedas de oraciones". |
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Las ruedasd e oraciones fueron utilizadas con fines religiosos en el Tibet y Mongolia varios siglos antes de nuestra era. Su inmediato precedente son los molinos hidráulicos, su existencia está documentada por Antipatro de Salónica en el siglo I A.C., al hablar de las ruedas hidráulicas.
Estos ingenios, populares en los pueblos del norte de Italia, eran una adecuación de la rueda persa saqiya, que contaba con un eje horizontal. Vitrubio los cita en su obra Diez libros de arquitectura, año 25 D.C.; los romanos no los utilizaron con demasiada frecuencia debido a la abundancia de la mano de obra esclava, que suplía a las aplicaciones técnicas y a las fuentes de energía.
En Mongolia utilizaban las ruedas de oraciones para producir sonidos rituales en las celebraciones religiosas. Estos mecanismos, que poseían un eje vertical, se difundieron por Persia y China, con toda probabilidad, durante el siglo II A.C.
La desaparición de la esclavitud supuso la reactivación de los molinos hidráulicos que comenzaran a utilizarse en los siglos IV y V.
Este desconocimiento de la cultura occidental contrasta con los ingenios impulsados por el viento, que hicieron su aparición en las culturas orientales. En Mongolia utilizaban las ruedas de oraciones y su objetivo era producir sonidos rituales durante las celebraciones religiosas. Estos mecanismos, que poseían un eje vertical, se difundieron por Persia y China, con toda probabilidad, durante el siglo II A.C.